Desde siempre, el desarrollo de la vialidad ha sido una parte fundamental del desarrollo de los territorios. Los primeros caminos fueron destinados al traslado de tropas y ejércitos; más adelante, tomó mayor relevancia en el ámbito comercial.
Cada vez que transitamos por un camino o carretera, nos fijamos en su estado, si es firme, si está deteriorado o en excelentes condiciones. Sin embargo, no consideramos otros muchos aspectos que implica la gestión de esta misma, como elementos de seguridad, mantención o drenaje, y es aquí donde figura la Ingeniería Vial, la cual es una disciplina que abarca todas las fases en el desarrollo de una carretera, las plasma en un proyecto donde se indican los recursos necesarios, materiales, mano de obra, maquinaria, etc.
Por su parte, la Ingeniería afín que estudian la vialidad de un territorio es la Ingeniería en Transporte y Tránsito, la cual se encarga de la planeación, diseño, operación y administración de las instalaciones de cualquier modo de transporte con el fin de proveer un movimiento seguro, conveniente, económico y ambientalmente responsable.